
El moquillo canino
El moquillo canino es una enfermedad viral muy contagiosa, sistémica y viral que se ve en todo el mundo.
Clínicamente, el moquillo canino se caracteriza por:
-Una fiebre difásica
-Leucopenia
-GI y catarro respiratorio
-Complicaciones neumónicas y neurológicas
Su epidemiología se complica por la gran cantidad de especies susceptibles a la infección. La enfermedad se ve en Canidae (perro, zorro, lobo, perro mapache), Mustelidae (hurón, visón, mofeta, glotón, marta, tejón, nutria), la mayoría de Procyonidae (mapache, coatimundi), algunos Viveridae (binturong, civeta de palma) , Ailuridae (panda rojo), Ursidae (oso), Elephantidae (elefante asiático), primates (mono japonés) y Felidae grande. Los perros domésticos (incluidas las poblaciones asilvestradas) se consideran especies reservorio en la mayoría, si no en todas, las ubicaciones. La diversidad antigénica de la deriva y la cepa se documenta cada vez más en asociación con brotes en especies silvestres, perros domésticos y animales exóticos en zoológicos y parques.
Etiología y patogenia:
El virus del moquillo canino, o CDV, es un paramixovirus estrechamente relacionado con los virus del sarampión y la peste bovina. El virus de ARN frágil, envuelto y monocatenario es sensible a los disolventes lipídicos, como el éter, y la mayoría de los desinfectantes, incluidos fenoles y compuestos de amonio cuaternario. Es relativamente inestable fuera del host. La principal vía de infección es a través de secreciones de gotas de aerosol de animales infectados. Algunos perros infectados pueden arrojar virus durante varios meses.
El virus inicialmente se replica en el tejido linfático del tracto respiratorio. Una viremia asociada a la célula da como resultado la infección de todos los tejidos linfáticos, a lo que sigue la infección de las vías respiratorias, el IG y el epitelio urogenital, así como el sistema nervioso central y los nervios ópticos. La enfermedad sigue a la replicación del virus en estos tejidos. El grado de viremia y la extensión de la propagación vírica a diversos tejidos se modera por el nivel de inmunidad humoral específica en el huésped durante el período vírico.