Pérdida de movimiento del cuerpo en gatos

Pérdida de movimiento del cuerpo en gatos

La capacidad de un gato para moverse y realizar actividades diarias depende de la capacidad de su cerebro, columna vertebral, nervios y músculos para coordinarse en conjunto. Este complejo sistema de comunicación involucra que los nervios en el cerebro envíen mensajes sobre el entorno externo al cuerpo, y el cuerpo envía mensajes al cerebro sobre lo que realmente está experimentando en el entorno. Estos mensajes se transmiten a través de los nervios de la médula espinal, que están incrustados en la columna vertebral o espinal.

Juntos, los nervios en el cerebro y la médula espinal conforman el sistema nervioso central del cuerpo. Un trauma en cualquier parte de la vía nerviosa puede provocar una falta de comunicación o una falta completa de comunicación con el cerebro o el cuerpo, y una incapacidad para coordinar los movimientos del cuerpo.

 

La propia columna vertebral consiste en un conjunto de 24 huesos llamados vértebras, que están separados entre sí por pequeños cojines llamados discos intervertebrales. Juntas, las vértebras y los discos intervertebrales protegen la columna vertebral del daño. Los traumatismos en las vértebras o los discos pueden crear una vulnerabilidad a los nervios que se encuentran dentro de la médula espinal, lo que ocasiona un trauma adicional en la vía neural.

 

Cuando un gato está experimentando paralización, a menudo se debe a que las comunicaciones entre la médula espinal y el cerebro se han interrumpido. En algunos casos, el gato no podrá mover sus piernas en absoluto (parálisis), y en otros casos, todavía puede haber alguna comunicación entre el cerebro y la columna vertebral y el gato solo parecerá débil o tendrá dificultades Moviendo sus piernas, una condición llamada paresis - parálisis parcial. También hay casos en que un gato puede estar paralizado en las cuatro patas (tetraplejia), y en otras, el gato puede ser capaz de controlar el movimiento en algunas de sus patas, pero no en todas. Esto se determina por la ubicación en el cerebro, la columna vertebral, los nervios o los músculos en que se produjo el trauma.

 

Síntomas y tipos
 

No es capaz de mover las cuatro patas (tetraplejia)
No es capaz de mover las patas traseras (paraplejia).
Caminar con las patas delanteras mientras arrastra las patas traseras.
Posiblemente dolor en el cuello, columna o piernas.
No poder orinar
Estreñimiento
No puede controlar la micción, goteo de orina
No es capaz de controlar la defecación.
 

Causas
 

Discos deslizados en la espalda (enfermedad del disco intervertebral)
Infección en los huesos de la columna vertebral (vértebras)
Infección o inflamación en la columna vertebral
Toxoplasmosis
Peritonitis infecciosa felina
Criptococo
Infección o inflamación en los músculos (polimiositis)
Inflamación en los nervios (polineuritis)
Flujo sanguíneo bloqueado a la columna vertebral (émbolo)
Flujo sanguíneo bloqueado hacia las patas traseras (embolia aórtica)
Tumores o cáncer en la columna vertebral o cerebro
Picaduras de garrapatas (parálisis de garrapatas)
Toxinas bacterianas (botulismo)
Lesiones en la columna vertebral
Malformación de la columna vertebral o vértebras.
 

 

Diagnóstico
 

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, la aparición de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber ocasionado esta afección, como picaduras de garrapatas o lesiones que se produjeron al saltar o caer. Durante el examen, su veterinario prestará mucha atención a la forma en que su gato puede mover sus patas y cómo puede responder a las pruebas de reflejos. El veterinario también pondrá a prueba la capacidad de su gato para sentir dolor en las cuatro piernas, revisando la cabeza, la columna vertebral y las piernas en busca de signos de dolor y estado de alerta al tocar.

 

Todas estas cosas ayudarán a su veterinario a localizar en qué punto de la columna vertebral, los nervios o los músculos de su gato tiene un problema. Se realizarán pruebas de laboratorio básicas, que incluyen un hemograma completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina, y pueden determinar si su gato tiene una infección (bacteriana, viral o basada en toxinas) que esté interfiriendo con la vía nerviosa. Las imágenes de rayos X de la columna vertebral de su gato pueden mostrar evidencia de una infección o malformación de las vértebras, o un disco deslizado que presiona contra la médula espinal. Otras afecciones que pueden conducir a la interrupción de las vías nerviosas pueden ser evidentes en una radiografía, como tumores, obstrucciones o nervios inflamados.

 

En algunos casos, su veterinario puede ordenar una radiografía especial llamada mielograma. Este proceso utiliza la inyección de un agente de contraste (tinte) en la columna vertebral, seguido de imágenes de rayos X que le permitirán al médico ver la médula espinal y las vértebras con más detalle. Si estas técnicas de diagnóstico por imágenes no son útiles, su veterinario puede ordenar una tomografía computarizada (TC) o una imagen de resonancia magnética (IRM) del cerebro y la columna vertebral de su gato, que brindan una imagen extremadamente detallada del cerebro y la columna vertebral de su gato. En algunos casos, su veterinario puede tomar una muestra del líquido que rodea la columna vertebral de su gato para analizarla, o muestras de los músculos o fibras nerviosas para realizar una biopsia. Estos análisis pueden determinar la presencia de una infección en el cerebro o la columna vertebral.