¿Están los perros realmente ansiosos por complacer?
La primera vez que mi esposo y yo llevamos a Emma, nuestra recién adoptada Beagle, a dar un paseo, sabíamos que estábamos en problemas. Emma estaba aterrorizada. Su cola estaba perpetuamente metida, las arrugas en su frente gritaban miseria, sus pupilas estaban dilatadas y no se movía.